Autor: duholdekunste

María Callas & Marcel Proust. Vivir para el arte.

Cuando dos figuras de las artes como María Callas y Marcel Proust celebran algun centenario, como se da el caso, las editoriales y las discográficas se afanan para elaborar los productos más exquisitos para los gourmets, en este caso, de la literatura y de la musica. El pasado 18 de noviembre se cumplieron cien años de la muerte del gran escritor parisino. En cuanto a la trágica soprano, este próximo año que estamos a punto de estrenar se conmemora el centenario de su nacimiento. María Callas nació en Nueva York el 2 de diciembre de 1923, y falleció en París a los cincuenta y tres años de edad. Proust murió todavía más joven, a los cincuenta y un años. Las vidas de Proust y Callas son dos vidas consagradas enteramente al arte. Dos genios que llegaron a la excelencia en sus respectivas disciplinas artísticas, por su capacidad de trabajo y de mejora llevados al límite. Marcel Proust luchó la mayor parte de su vida contra la enfermedad, que no fue obstáculo para que llevara a cabo su vocación de gran literato. María Callas no tuvo una vida fácil, y se sintió muchas veces sola y desgraciada, siendo una de sus frustraciones más penosas el deseo incumplido de ser madre.

Maria Callas. Cartas y memorias. Tom Volf. Akal.

À la recherche du temps perdu, nos lleva a leernos a nosotros mismos a través de todo ese entramado perfectamente construido en esos casi míticos personajes que Proust desarrolla a lo largo de su magna obra literaria. La soprano María Callas es, sin duda alguna, la intérprete más magnífica que ha dado el mundo de la ópera. Hay cantantes que se limitan a cantar con una bella voz. Ella interpreta, crea el personaje incluso antes de emitir ningún sonido, y dibuja los estados de ánimo como nadie. Incluso en una pequeña nota suspendida en mitad de un concertante puede sobresalir su grandeza como intérprete. Hablamos de esos trazos de pincel que ayudan a entender el drama, o la comedia, y hay que decir que cuando hablamos de esta diva de la ópera, no hay diferencia entre las grabaciones en directo y las realizadas en estudio de grabación. Ella siempre se implicó al ciento por ciento. Callas era siempre Callas, sin guardarse nada en el bolsillo, simplemente lo daba todo. Para aquellos que crean ser conscientes del fenómeno Callas, me permito recomendar el visionado de los fragmentos de su Tosca de Londres, en el Teatro Covent Garden, en 1964, junto al gran barítono Tito Gobbi.

Hay que decir que la voz de la Callas ya no se encuentra aquí en sus mejores condiciones, y el declive vocal es evidente, pero la interpretación de esta Tosca es absolutamente magistral. Este año ha salido a la venta el libro que recoge las cartas y las memorias de la gran soprano, en una edición a cargo de Tom Volf. Este grueso volumen nos permite profundizar todavía más en las luces y las sombras de la controvertida personalidad de la Callas. Marcel Proust, y María Callas, no han perdido ni un ápice de vigencia cien años después de la muerte de él, y del nacimiento de ella. Leer al gran escritor francés o escuchar las grabaciones de Callas o leer sus múltiples biografías, o este magnífico último producto editorial, resulta un gran placer para los amantes del arte en mayúsculas.

La Biofilia del profesor Edward O. Wilson

por FRANZ XAVER CANELA

El gran biólogo y humanista erudito estadounidense Edward O. Wilson ha fallecido a los 92 años de edad. Nos lega una importante obra escrita el que ha sido considerado el heredero natural de Darwin. Al profesor Wilson le movió siempre un gran amor por la vida en sus diferentes formas, desde los organismos unicelulares hasta los que se mueven en complejas organizaciones sociales, como por ejemplo las hormigas, que fueron su gran pasión, y que son explicadas exhaustivamente en sus libros. La biofilia de la que ya habló Erich Fromm, se convirtió en el credo de toda una vida para el científico de Alabama, y palabra de culto en su entorno, en un momento en que la vida se muestra con toda su fragilidad en todos los confines del planeta azul.

Después de jubilarse y dejar la docencia, Edward O. Wilson, nos ha dado algunos libros frescos y estimulantes que ha cincelado con su mirada lúcida: En 2014 publicaba «The Meaning of Human Existence» (El sentido de la existencia humana), publicado en español en 2016 en un volumen de 155 páginas por Gedisa Editorial. «Nos deleitamos, por instinto, contando innumerables historias sobre los otros, que seleccionamos como actores y colocamos en el escenario de nuestro propio teatro interior», nos dice el profesor en este libro, donde también apunta al conflicto como motor de cambio: «Puede que el conflicto sea la única manera a través de la cual pueda evolucionar la organización social y la inteligencia humana».

Wilson ha sido un humanista que ha sabido interpretar la complejidad cultural de su tiempo en una lectura transversal más allá de la biología o la genética. En su importante libro «Consilience» defendió la lucha contra la fragmentación del conocimiento y las tendencias posmodernistas. Según Wilson hay que volver a los ideales de la ilustración y tender puentes entre Ciencias y Humanidades, una idea que él supo llevar a la práctica y postular de forma clara en el libro que acabamos de citar. En esta misma línea Wilson no dudaba en hablar de arte en sus libros, como en «El sentido de la existencia humana», donde cita una máxima atribuida d Pablo Picasso: «El arte es la mentira que nos muestra la verdad». Nos habla también, como no, de feromonas y alelomonas, para destacar como el ser humano se separa de este canal de comunicación y pasa a comunicarse a través del canal audiovisual, y no el feromónico: «En resumidas cuentas, las innovaciones evolutivas que nos hicieron amos y señores del mundo viviente también nos convirtieron en minusválidos sensoriales». El científico humanista también tiene que tener su mirada puesta en el pensamiento, la filosofía, y la religión, y Wilson lo sabía, y así cita a Séneca el joven, el filósofo estoico romano: «La gente común y corriente ve la religión como algo verdadero, los sabios como algo falso, y los gobernantes como algo útil.» Sobre esta cita el autor describe como los presidentes de Estados Unidos se dejan asesorar por consejeros cristianos, y que la frase «bajo Dios», que se añadió en 1954 a la ceremonia de juramento al tomar posesión del cargo de presidente de USA, es incuestionable hoy en día y «ningún candidato político prominente osaría insinuar que se eliminara».

Wilson nos habla aquí también de filósofos tan influyentes en la historia moderna del pensamiento como Soren Kierkegaard. En cuanto a la evolución del pensamiento, dice Wilson: «El tamaño del cerebro creció más del doble a lo largo de tres millones de años, desde los 600 cc (o menos) del ancestro prehumano australopiteco, a los 680 cc del homo habilis, y de ahí hasta los 1.400 cc del Homo sapiens moderno». Para Wilson «La vida mental consciente se basa íntegramente en la fabricación de recuerdos. Es una revisión constante de historias que se viviveron en el pasado e historias posibles que se han inventado para el futuro. Algunas de las memorias mutan, conviertiéndose en abstracciones y metáforas».

En 2019 Edward O. Wilson publicó «Génesis, el origen de las sociedades» cuyo título original es «Genesis. The Deep Origin of Societies» que fue traducido y publicado en español en 2020. Dice Wilson: «Los científicos ya no creen que la evolución sea una teoría sino un hecho probado. Y gracias a la observación sobre el terreno y a la experimentación se ha demostrado convincentemente que la selección natural de mutaciones aleatorias es la gran impulsora de la evolución».

No deja aquí Wilson de hacer autocrítica como especie: «La capacidad para el lenguaje, la ciencia y el pensamiento filosófico nos convirtió en los administradores de la biosfera ¿poseemos la inteligencia moral necesaria para cumplir con esta tarea?» En este interesante ensayo Wilson va un paso más allá y se atreve a plantear su propia teoría sobre la homosexualidad. Dice el científico que dado que la homosexualidad es extraordinariamente valiosa para tantas especies, no resulta descabellado considerar a los homosexuales como una casta eusocial, y en el sentido más amplio posible. Añade también: «Habría que tener presente que la propensión hacia la homosexualidad tiene una base parcialmente genética y que además parece beneficiar a los parientes y a los grupos más grandes, haciendo que sus genes tengan más probabilidades de sobrevivir. Las evidencias son indirectas pero contundentes: la frecuencia de los genes responsables de la propensión hacia la homosexualidad en las poblaciones humanas está por encima del nivel esperado si solo fueran el producto de mutaciones, una señal de que esa propensión ha sido favorecida por la selección natural. En otras palabras, ese nivel es demasiado elevado como para que se pueda explicar únicamente por cambios aleatorios en los genes que afectan el comportamiento sexual». Aquí sigue hablando Wilson de la «eusocialidad», y apunta que: «la organización de un grupo en castas reproductivas y no reproductivasa aparece solo en un diminuto porcentaje de líneas evolutivas, relativamente tarde en tiempo geológico, y casi siempre en especies terrestres. Sin embargo, estas pocas líneas, que condujeron hasta las hormigas, las termitas y los humanos, han llegado a dominar el mundo animal terrestre.»

El heredero natural de Darwin dice que la humanidad surgió en la sabana africana, a partir de una línea de australopitecos, siguiendo una ruta similar a la seguida por otros animales eusociales conocidos: «Una fuerza impulsora fundamental en la evolución social fue la competencia entre grupos, que con frecuencia era violenta. La aparición definitiva del nivel Homo fue posible gracias a la combinación de un cerebro inicialmente grande, el fuego que se conseguía gracias a los frecuentes rayos que impactaban sobre la sabana y que podían ser capturados y controlados, y los avances derivados de los grupos fuertemente unidos de miembros cooperadores». (Edward O. Wilson. «Génesis. El origen de las sociedades» Planeta. Drakontos. Crítica. 138 páginas. 2020).

El último libro de Edward O. Wilson.

 

 

Releyendo a Louis Malle. Los libros en «Le souffle au coeur»

Par. François-Xavier Canela. 23 novembre 2020

Hace unos días hemos revisitado el film «Le souffle au coeur», de Louis Malle, una auténtica obra maestra. Podemos afirmar que algunos films, creados por la genialidad de legendarios directores, se visitan y se revisitan una y otra vez como si se tratara de lugares mágicos ubicados fuera de la cotidianidad. En este sentido los films de Louis Malle son lugares donde sentirse humano, escenarios para la emoción. Se trata de lugares como aquellos en los que en cuanto salimos de ellos ya estamos deseando volver a visitarlos.

Dice el filósofo Joan-Carles Mèlich en su libro «La sabiduría de lo incierto» que «leer es detenerse un instante en el flujo del tiempo y enfrentarse a algo que nos interroga y desafía, es iniciar un viaje que nunca se sabe adónde conduce, es caminar y perderse en un texto, como quien se pierde en un bosque, y correr el riesgo de salir siendo otro distinto del que se era al principio.» El cine de Louis Malle se puede leer porqué es como un libro abierto que te seduce y te atrapa. El tema tratado en el film «Le souffle au coeur» no es un tema fácil: el incesto en una relación edípica. Malle lo trata de forma magistral revistiéndolo de una atmósfera que le otorga una perspectiva mítica. Un tema delicado propenso al escándalo, que sin embargo transcurre aquí de forma dulce a través de toda la película hasta su «lieto fine» familiar que le quita hierro al «grave» hecho en sí.

Decía Truffaut que a veces es necesario violentar a la gente, que es necesario hacer ver a los espectadores una cosa que a priori no les gusta, obligarles a aprobar un personaje que reprueban o que se niegan a ver. Añadía Truffaut que se puede construir una película sobre eso: obligar a la gente a ver lo que es el matrimonio, el amor conyugal, el adulterio, a propósito, por ejemplo, de una intriga criminal.

Veamos pues cómo de abyectos consideramos a los personajes de este film después de verlo por primera vez y conocer de la mano de Louis Malle esta historia de adulterio y de incesto.

En «Le souffle au coeur» hay muchos libros. Son los que lee el protagonista, un adulto con cuerpo de adolescente, libros prohibidos o libros de cabecera que se exhiben impúdicamente delante de la cámara. El primer libro que aparece en la gran pantalla, abierto bajo la atenta mirada de Laurent, es «Le Mythe de Sisyphe. un essai d’Albert Camus». Se trata de un ensayo filosófico que Camus publicó en 1942 en el que reflexiona alrededor del suicidio y el valor de la vida. En este libro se presenta el personaje mítico de Sísifo como una metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre.

Fotograma de «Le Souffle au Coeur» de Louis Malle

Veamos parte del diálogo del film: «No deberías leer a Camus, no es serio. Si el suicidio te interesa debías leer a Crevel». René Crevel fue un escritor surrealista nacido en París en 1900, integrado en la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios (vinculada al Partido comunista de Francia), que se suicidó en 1935.

Otro de los libros que lee el protagonista del film: «J’iré cracher sur vos tombes» (escupiré sobre vuestras tumbas) de Boris Vian, es un libro polémico. Laurent lee furtivamente, y con la puerta de su habitación cerrada con llave, este libro «proscrito» de Boris Vian que él cautelosamente ha escogido entre otros que estaban escondidos detras de un estante de la biblioteca familiar de los Chevalier. Recordemos el subterfugio de Boris Vian, quien publicó su polémica obra como si se tratara de la obra de Vernon Sullivan (autor inexistente que él inventó) traducida por él mismo. A lo largo de la película se van descubriendo más libros, algunos simplemente citados por los protagonistas, como es el caso de «Le petit Prince» de Antoine de Saint-Exupéry, o  Les Aventures de Tintin et Milou.

A veces los libros salen de un cajón del hotel balneario donde Laurent ha ido acompañado de su madre para hacer unas curas una vez descubierta su dolencia: el soplo en el corazón. En el hotel volvemos a Albert Camus. Esta vez el libro que leerá el protagonista es la obra de teatro «L’état de siège». Se trata de una alegoria de la dictadura, de los totalitarismos, de las invasiones.  Nuestro siglo XX, decía Camus, es el siglo del miedo. Este es el hilo conductor de esta obra de teatro: ¿quien puede vencer al miedo sino el amor?. Por otra parte, hay un diálogo muy interesante entre Laurent y el «amigo» fascista a quien ha conocido en el mismo balneario: «Lee a Proust. Claro que tú no lees a escritores judíos.»

Aparece en acción también «Histoire d’O» de Pauline Réage, libro que la madre de Laurent tiene escondido para leer en sus momentos de intimidad. No deja de sorprender la reacción de desaprobación de la madre adúltera de Laurent y a punto de cometer incesto, cuando descubre a su hijo adolescente leyendo este «proscrito» libro. Esta escena les afianza sin duda en su mútuo conocimiento y sirve de prólogo al clímax antinatural, filmado aquí de una forma magistralmente poética por Louis Malle. En otro momento del film hay otra referencia bibliográfica: Cuando Laurent regresa de la tienda de discos, donde ha robado un vinilo de Charlie Parker, su amigo le pide que le devuelva el libro de Brasillach (Robert) sobre Corneille (Pierre) Padre de la tragedia clásica francesa.

Pero sin duda el máximo homenaje que Louis Malle hace a la literatura en «Le souffle au coeur» es en este momento de lectura del protagonista, con una indudable expresión en su rostro de satisfecho lector. No es para menos, pues se trata de la gran obra de la literatura universal: À la recherche du temps perdu, de Marcel Proust.

No menos destacable es el homenaje que Louis Malle rinde al Jazz, con nombres de la talla de Dizzy Gillespie, Charlie Parker, o Sidney Bechet. Pero este tema daría para otro artículo. Acabaremos aquí con una cita de la película de Malle: «Vamos, amigo, vamos, has escogido mal el día. Insultar a las clases trabajadoras la víspera del 14 de juliol es pura provocación».

Disfruten del cine. Nos leemos.

Libros imprescindibles. La biblioteca esencial del profesor Joan-Carles Mèlich.

Franz Xaver Canela. Barcelona. 20 de Octubre de 2020.

En las bibliotecas del mundo, públicas y privadas, hay millones de libros en miles de lenguas. La escritura, la lectura y el lenguaje son los aspectos que han permitido a la especie humana su evolución hasta el momento presente de forma vertiginosa a través de miles de miles de años. Tal y como destaca el profesor Edward O. Wilson en su libro «El sentido de la existencia humana» – El tamaño del cerebro creció más del doble a lo largo de 3 millones de años desde el ancestro humano australopitecus, hasta el homo sapiens moderno».

En un mundo de Hipertextualidad en el que la información fluye constantemente desde infinitas pantallas hasta nuestros cerebros en un «scroll infinito», realmente ¿Podemos decir que leemos lo suficiente? ¿o somos simplemente procesadores de información? ¿Cual es el valor que damos a la lectura? ¿Cómo la lectura puede cambiarnos la vida? La lectura es una aventura, nos puede sanar o nos puede hacer daño, pero hay que atreverse a leer, hay que vivir la literatura, vivir literariamente. La prosa de la existencia.

El profesor Joan-Carles Mèlich concibe la lectura como un modo de vida, como una plegaria. En su libro «La lectura como plegaria. Fragmentos filosóficos I» dice: «No podía dormir. Entonces releía a Nietzsche, Beckett y Wittgenstein. O también, al azar, algunos apuntes de Canetti, Las flores del mal, de Baudelaire, y las Elegías de Rilke, a veces Freud y los relatos de Kafka: Escuchaba musica de cámara de Mozart, Un réquiem alemán de Brahms, la Novena sinfonía de Beethoven, y la Canción de la tierra de Mahler, la Noche transfigurada de Schönberg, la Lulú-Suite de Alban Berg, o Epitaph, Starless y Exiles de King Crimson. Cogía uno de mis cuadernos de color violeta y escribía, siempre con pluma. Era mi plegaria.»

En un breve vídeo de poco más de cinco minutos Joan-Carles Mèlich hace una recomendación de 7 libros esenciales:

  1. Emmanuel Levinas. Totalidad e Infinito.
  2. Jacques Derrida. Dar (el) tiempo.
  3. Primo Levi. Si esto es un hombre.
  4. Ludwig Wittgenstein. Tractatus Logico-philosophicus
  5. Ludwig Wittgenstein. Cuadernos de notas (1914-1916)
  6. Elias Canetti. Masa y poder.
  7. Elias Canetti. Apuntes.
  8. Arthur Schopenhauer. El mundo como voluntad y representación.
La Biblioteca Ideal de Joan-Carles Mèlich. Vídeo del canal de youtube de Librería La Central publicado en Noviembre de 2010. En catalán.

A propósito de estas interesantes lecturas que nos han sido propuestas quiero hacer una reflexión sobre el formato de los libros. En más de una ocasión el profesor Mèlich ha expresado su predilección por el formato en papel de los libros por su condición «matérica». Diríamos además que el libro en su formato clásico, negro sobre blanco en elegantes encuadernaciones, que podemos incluso oler, nos permite alejarnos, ni que sea por un momento de la esclavitud de múltiples pantallas que exigen la atención constante de nuestros ya cansados ojos con infinitos señales acústicos que se suceden al compás de un mundo digital acelerado que nos enferma de hipertextualidad y nos esclaviza bajo el yugo digital del panóptico quitándonos nuestra libertad. Leamos para ser libres. Disfrutemos de la buena lectura.

De McLuhan a Byung-Chul Han, cincuenta años de esclavitud electrónica. De la Aldea global al panóptico digital.

Franz Xaver Canela. Barcelona 3 de Octubre de 2020

Byung-Chul Han dedica el prólogo de su libro «En el enjambre» a otro pensador visionario: Marshall McLuhan, autor de «La galaxia gutenberg», libro publicado en 1962. McLuhan hablaba entonces de la irrupción de los avances electrónicos y su influencia en la sociedad mundial, en la «aldea global» como idea acuñada por el erudito profesor filósofo canadiense. Si por aquel entonces, hace casi 60 años, McLuhan nos advertía del poder de las comunicaciones y de la televisión, ahora Byung-Chul Han hace lo mismo con las redes sociales y los smartphones. El mensaje es el mismo y la recepción de McLuhan y de Han muy parecida, generando a la vez numerosos acérrimos seguidores y algunos detractores entre el público más académico. Algunos han visto en Han un simple autor mediático de éxito. Sin embargo algunos queremos creer en la clarividencia de su mensaje y su acertado diagnóstico sobre los males que amenazan a nuestra sociedad digital. La historia se repite.

La cita de McLuhan que hace Han corresponde al libro «Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano.» de 1964. Dice Marshall McLuhan: «la tecnología eléctrica ya está dentro de nuestros muros y estamos embotados, sordos, ciegos y mudos ante su encuentro con la tecnología de Gutenberg». No en vano McLuhan era un detractor del medio televisivo y su influencia en las mentes, hasta el punto de prohibirla en su casa para sus hijos y nietos. ¿Qué hubiera pensado McLuhan hoy en día de la sobreexposición a las pantallas a la que nos autosometemos? De buen seguro hubiera estado de acuerdo con Byung-Chul Han.

Byung-Chul Han «En el enjambre»

Y dice Han, parafraseando al canadiense, en «En el enjambre»: «Nos embriagamos hoy con el medio digital, sin que podamos valorar por completo las consecuencias de esta embriaguez. Esta ceguera y la simultánea obnubilación constituyen la crisis actual.»

Byung-Chul Han habla del respeto. «Respeto significa literalmente mirar hacia atrás, es un mirar de nuevo. El respeto presupone una mirada distanciada, un -pathos de la distancia- . Hoy esa actitud deja paso a una mirada sin distancias, que es tipica del espectáculo. El verbo latino spectare, del que toma su raíz la palabra – espectáculo- , es un alargar la vista a la manera de un mirón, actitud a la que le falta la consideración distanciada, el respeto (respectare). La distancia distingue el «respectare» del «spectare». Una sociedad sin respeto, sin pathos de la distancia, conduce a la sociedad del escándalo.» Dice también el filósofo coreano en este libro que «el respeto va unido al nombre. Anonimato y respeto se excluyen entre sí.» Este es sin duda uno de los puntos débiles de internet y las redes sociales que se entretejen en él: el anonimato. Millones de opiniones y notícias falsas se vierten en las redes cada minuto y se propagan de forma exponencial. Sobre el tema del Respeto se hace muy recomendable la lectura del libro de Richard Sennett «El Respeto» Anagrama, 2003, 301p (trad. Marco Aurelio Galimardi) -sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad-. Libro que seguro Byung-Chul Han ha leído.

Richard Sennett. El Respeto. Anagrama, 2003. 301 páginas. Trad. Aurelio Galmarini.

Richard Sennett, nacido en Chicago en 1943. Sociólogo estadounidense de la corriente filosófica del pragmatismo. ​ Sennett es profesor emérito de Sociología en la London School of Economics, profesor adjunto de Sociología en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y profesor de Humanidades en la Universidad de Nueva York. En su libro «El respeto» cuyo título original es «Respect in a World of Inequality», el profesor remarca que la sociedad moderna carece de expresiones positivas de respeto y reconocimiento de los demás. Dice Sennett que «para los europeos, USA parece más una sociedad de masas que una sociedad de clases, pero esa apariencia sólo se debe a que en este país la clase se oculta tras un a brillante superfície de cultura comercial. En los años 60 esa brillante superfície se rompió cuando las clases trabajadoras blancas se volvieron contra las clases profesionales, la élite liberal y los hijos radicales y contraculturales de ésta durante la guerra de Vietnam. También se volvieron por debajo contra los negros pobres, a los que consideraban parásitos y estafadores del sistema del bienestar. Los políticos de derechas movilizaron el resentimiento y el odio de clase de esta «mayoría silenciosa», aunque parecía cualquier cosa menos silenciosa.» Sennett habla aquí de la caridad y el altruísmo. Lo hace citando a dos autoras que provienen del campo de la asistencia social: Jane Addams y Hannah Arendt. Arendt, filósofa y teórica política alemana, y una de las pensadoras más influyentes del siglo XX, escribió en su juventud un ensayo sobre San Agustín (1929), trabajó durante varios años empleada por organizaciones sionistas para tratar los problemas de los refugiados que huían del régimen de Hitler en los años treinta. En el libro «En el enjambre» y en el resto de sus obras Byung-Chul Han hace una referencia constante a esta importante autora. No hay que olvidar que Han se trasladó hace más de 30 años a alemania donde bevió de las fuentes del pensamiento filosófico germánico.

El grado de narcisismo que promueven muchas redes digitales nos hace alterar la imagen que tenemos de la realidad, e incluso la misma imagen que tenemos de nosotros mismos. No podemos ver nuestra imagen verdadera si nos miramos en un espejo adulterado. Como bien dice Han en el documental que trata sobre la fatiga de las sociedades capitalistas, si nos miramos en el espejo que dicta la sociedad del rendimiento, nunca podemos ser libres. La sociedad capitalista nos ha dado una libertad que no es real, que nos hace esclavos.

De Marcel Proust a Byung-Chul Han. Caminos del pensamiento.

Franz Xaver Canela. Barcelona 26 de Septiembre 2020.
“Para Proust, el «disfrute inmediato» no es capaz de lo bello. La belleza de una cosa «solo aparece mucho más tarde» a la luz de otra como reminiscencia.” 
del libro de Byung-Chul Han, LA SOCIEDAD DE LA TRANSPARENCIA. 
No se puede negar la gran influencia que ha tenido y tendrá Marcel Proust en el pensamiento humano, tanto en los literatos como en los filósofos, así como en los teóricos del arte. Byung-Chul Han no se queda al margen y aporta en su obra numerosas citas del eminente autor francés.
Las 4.200 páginas de «À la recherche du temps perdu» constituyen una de las cimas de la literatura de todos los tiempos.
Como ya comenté en un post anterior, #Proust dice sobre su #àlarecherchedutempsperdu que es un instrumento óptico mediante el cual inspeccionamos nuestro propio deseo y su dolor. Pues a su juicio, leyendo esta ingente obra no seríamos lectores suyos, sino los propios lectores de nosotros mismos. Esta genial obra nos procura el medio de leer dentro de nosotros mismos.
Dicho esto quiero recomendarles un libro que he tenido el placer de leer y que me ha abierto muchas puertas, y sobretodo la de la obra de Proust, que la autora analiza y destila con mucho afecto.
  • MARTHA C. NUSSBAUM 

  • Paisajes del pensamiento. La inteligencia de las emociones.

  • Editorial Paidós, Madrid, 2008. Traducción de Araceli Maira. 798 páginas.

La filósofa Martha Craven Nussbaum ocupa la cátedra de Profesor Distinguido Ernst Freund de Derecho y Ética de la Universidad de Chicago, adscrita a los departamentos de Filosofía, Derecho, Teología y al College. Es numeraria en el Departamento de Clásicas, miembro del Comité de Estudios del Sudeste Asiático e integrante del Consejo del Comité de Estudios de Género. Es autora de numerosos libros.
En este gran libro, cuyo título original es «Upheavals of Thought» la erudita autora nos sumerge en el pensamiento de Proust, Platón, Spinoza, Dante, Emily Brontë, Gustav Mahler, Walt Whitman, James Joyce, e incluso Agustín de Hipona, el «Doctor de la Gracia» San Agustín.
La lectura de este libro me ha impulsado a un reto mayúsculo, el desafío de leer completos los 7 volúmenes de «En busca del tiempo perdido» de Marcel Proust. ¿Quien quiere acompañarme en este viaje? Este va a ser un pelegrinaje por los caminos del alma humana, una experiencia de autoconocimiento, una catarsis, un atisbo de inmortalidad en la teoría platónica de la reminiscencia. ¿Cómo podríamos renunciar a iniciar el viaje de nuestras vidas? ¿Cómo no caer en la tentación de conocer lugares de nuestro yo que nunca hubieramos imaginado que existieran?
De buen seguro alguien de este grupo ya hizo ese viaje y puede iluminarnos con las sensaciones y enseñanzas que le fueron dadas en el transcurso del mismo.

Espero sus comentarios, sus opiniones, sus inquietudes. Muchas gracias.

  • Del post publicado en el grupo de Facebook «Leyendo Byung-Chul Han» el 26-09-2020
Cabe destacar la gran influencia que algunos grandes escritores han tenido en la filosofía, la psicología y la vida en general. Byung-Chul Han habla a menudo de Proust. Lo hace especialmente en su ensayo «El Aroma del tiempo, un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse». Tiempo, y mucho, el que se demoró Marcel Proust para escribir su magna obra «À la recherche du temps perdu» (14 años tardó en completar sus más de 4.200 páginas).
#Proust dice sobre su #àlarecherchedutempsperdu que es un instrumento óptico mediante el cual inspeccionamos nuestro propio deseo y su dolor. Pues a su juicio no serían lectores suyos, sino los propios lectores de sí mismos. Les procuraría el medio de leer dentro de sí mismos.
  • Del post publicado en el grupo de Facebook «Leyendo Byung-Chul Han» el 12-09-2020

Twitter: @unmundodecosas

Master Class de María Bayo, una crónica teatral.

María Bayo es María Callas en “Master Class” de Terrence McNally

Hace ya 20 años que no se representaba esta obra de teatro en la península ibérica. En  esa ocasión, en 1998, Núria Espert se puso en la piel de María Callas bajo la dirección de Mario Gas. Esta exitosa obra de Terrence McNally, que se sitúa en Nueva York en 1971, en la Juilliard School, y se basa en las master class que impartió allí la gran soprano griega, tuvo un gran éxito de público en su estreno en 1995. De hecho la obra se representó en el “John Golden Theatre” de Nueva York durante 2 años, con la interpretación de la actriz  Zoe Caldwell. En los premios Tony de 1996 obtuvo el premio a la mejor obra teatral.

 

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                          Ahora se presenta en Barcelona de la mano del director Marc Montserrat-Drukker, y con la dirección musical de Pau Baiges. Se ha estrenado en el Teatre Borrás el pasado 16 de Marzo y estará en cartel hasta principios de Mayo. La obra tiene mucho  interés por el retrato psicológico y profesional que hace de María Callas. En el brillante  texto de McNally vemos la gran diva, la soprano trabajadora y que se exige mucho a si  misma, a la madre que no llegó a ser, a la mujer enamorada. Pero también vemos a la  Callas rechazada, envidiada, odiada, fracasada, en un fresco que recoge toda la variedad de sentimientos humanos. María Bayo demuestra que, a parte de una gran soprano, es  actriz, y de las buenas. Bayo sabe estar sobre el escenario y ser el eje sobre el que se  mueve todo. Su mérito además consiste en ser la Callas en todo momento sin necesidad  de imitarla y su “plus” respecto a otras ilustres intérpretes del papel es que ella canta en directo y puede dar más veracidad a los consejos sobre interpretación que da a los  estudiantes de canto.

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Pau Baiges se encarga de la dirección musical y hace las veces también eficazmente del  omnipresente pianista repertorista Manny. Los alumnos de la Master Class son  intepretados por Anna Alborch, Júlia Jové y Ezequiel Salman, y Jordi Andújar representa el papel del utilero y también los de Onassis y Meneghini, los dos amores de la Callas.  Estos cantantes y actores presentan con gracia y frescura una sucesión de momentos  algunos cómicos y otros más dramáticos. La puesta en escena es muy eficaz y consigue  trasladar al público a la misma Scala de Milán a través de una proyección, rememorando el día en que Callas cantó allí su Sonnambula, y haciéndonos escuchar la interpretación que ella hizo en esa función que fue grabada en directo. En definitiva, se trata del teatro dentro del teatro, de la música teatral tal y cómo nació en la misma Grecia que vio nacer a la gran María Callas. La moraleja de la obra: cantar sin expresar sentimientos no vale  nada. Los aficionados a la ópera, al teatro, los fans de la Callas, el público en general, no pueden dejar de ver “master class” en el teatre Borràs. La ópera no puede desligarse del  teatro que le da el alma, y en eso Callas era la mejor, lo daba todo y creaba los personajes con su gran fuerza dramática. Revisando algunos vídeos de Callas podemos afirmar que interpretaba siempre y en todo momento, antes de empezar a cantar ya era el personaje, y cuando terminaba seguía siéndolo, sin fisuras, sin concesiones, sin tregua, emitiendo  cada nota, cada vocal, cada consonante con total rotundidad, al servicio del drama. El  mito de Callas pervive.

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Master Class, en el Teatre Borràs de Barcelona, del 16 de Marzo al 6 de Mayo.

Miércoles, Jueves y Viernes a las 20,30h

Sábados a las 17h, y a las 20,30h

Domingos a las 16,30h

Teatre Borràs

Jean-Luc (la música en el cine, o el cine en la música)

En 2009 se publicó el álbum «Bed & Breakfast» del grupo «Els Amics de les Arts» que contiene el tema «Jean-Luc», un homenaje al director de cine Jean-Luc Godard. En el vídeo se recrean escenas de películas de Godard. Bande à part es un film de 1964 del que son muy famosas algunas escenas, como la carrera de los tres protagonistas a través de una de las salas del museo del Louvre, de la cual escena Bertolucci haría más tarde un remake en su film «The dreamers». Pero «Els Amics de les Arts» hacen aquí su homenaje a Godard con otra escena del film «Bande à part». Se trata de la escena del baile.

En el videoclip de «Els Amics de les Arts» también se recrea otra escena famosa de Godard. Al final vemos la secuencia con la que acaba la película «À bout de souffle» primer largometraje del autor, rodado en 1959, y basado en un guión de su buen amigo el también famoso director de cine François Truffaut y en el que colaboró también el cineasta Claude Chabrol. Los protagonistas de este clásico fueron Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg. Lo novedoso de este film fue que se rodó cámara en mano, que hace uso del estilo documental, y que se dan frecuentes saltos de un plano a otro. Vemos ahora la recreación de estas dos escenas de Godard que hacen «Els Amics de les Arts»

Y después de ver este final sólo nos faltará echar un vistazo al original de Godard. El final de la película «À bout de Souffle» con el personaje de Michel Poiccard (Jean-Paul Belmondo) que escapa herido por arma de fuego en plena calle, y la actriz Jean Seberg corriendo hacia él. Notemos que al protagonista se le ve de espaldas puesto que huye, mientras que el plano de la chica es de frente mientras se apresura a socorrer a su amado. A parte de ver estas escenas os recomendamos, cuando podáis, que disfrutéis de las dos películas de Godard completas, naturalmente en V.O subtitulada y si puede ser, en buena compañía. Nada más por hoy. Que viva el buen cine.

 

Poliuto. de Gaetano Donizetti. a propósito de la reposición de esta ópera en el Gran Teatre del Liceu. Barcelona.

El Gran Teatre del Liceu de Barcelona presenta en versión de concierto la ópera Poliuto de Gaetano Donizetti. Las funciones tendrán lugar los próximos 10 y 13 de Enero de 2018. Las últimas representaciones de esta obra belcantista datan de 1975, hace ya 42 años, y contaron con unos solistas excepcionales: la gran soprano Leyla Gencer, el tenor Amedeo Zambon, y el barítono Vicenç Sardinero, entre otros, dirigidos por el maestro Giuseppe Morelli, resultando un éxito absoluto. Existe el documento sonoro que lo atestigua y que muestra un Coro del Gran Teatre del Liceu en buena forma, con una cuerda de sopranos que intercala un Do sobreagudo al final del coro «Plausi all’ inclito Severo». Por otro lado al final del acto segundo, Leyla Gencer ofrece un Re natural sobreagudo espectacular que mantiene durante 7 segundos.

Click aquí para ir al audio de la representación entera de Poliuto en el Liceu 1975

Poliuto no ha sido una opera muy representada en el Liceu. Hasta la fecha sólo se han dado 62 representaciones desde su estreno en el Gran Teatro barcelonés el 14 de marzo de 1861, y se dieron 4 funciones solamente puesto que el 9 de abril tuvo lugar el primer incendio de este teatro. Con anterioridad se había estrenado en el Liceu la ópera «I Martiri» el 15 de diciembre de 1849. Se trata de la versión que Donizetti hizo de Poliuto para París pero con texto italiano. Y es que hay que decir que esta ópera no tuvo muy buena fortuna en sus inicios.

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foto: Pierre Corneille (1606-1684)

Poliuto fue compuesta por Gaetano Donizetti en 1838, basada en la obra de Pierre Corneille «Polyeucte». El libreto es obra de Salvadore Cammarano. Esta ópera tenía que ser un vehículo para rehabilitar la carrera del gran tenor Adolphe Nourrit, que tenía que estrenarla en el Teatro San Carlo de Nápoles. La obra fue prohibida por la censura. La causa: poner en escena el martirio de un santo cristiano. Donizetti se volvió a París con la partitura de Poliuto debajo del brazo, allí volvió a reescribir la ópera bajo las exigencias de la «Grand Opera» francesa, o sea, con una nueva obertura, un ballet, y añadiendo un acto más (pasando a tener 4 en total), reescribió también las arias del tenor para la voz de Gilbert Duprez, que debemos recordar que era el rival de Adolphe Nourrit. Así nació «Les Martyrs» que luego tuvo su versión para Italia «I Martiri» con el texto traducido.

El fracaso de no poder estrenar Poliuto en Nápoles también hizo mella en Adolphe Nourrit, que estaba aquejado de una depresión que lo llevaría al suicidio al año siguiente. Nourrit no había podido asimilar que su rival Gilbert Duprez hubiera creado el famoso Do de pecho, y al no poder aplicar esta técnica cayó en el alcoholismo, que perjudicó seriamente su hígado y su voz. En 1839 después de ofrecer un recital del que no quedó nada contento, aunque recibiera el favor del público, Nourrit se lanzó al vacío desde la terraza de su hotel. Tenía 37 años. Había nacido en Montpellier el 3 de Marzo de 1802.

Donizetti utilizaba frecuentemente el reciclaje de números musicales. Así vemos que el Finale secondo de Poliuto es una transcripción nota por nota del finale secondo de una ópera anterior suya: «Maria di Rudenz»

Finale secondo de Maria di Rudenz. «Chiuse il dì per te le ciglia»

Algunos autores han destacado que la armonía de Donizetti tiene poca consistencia y que la orquesta está muy subordinada a la voz, y a menudo doblándola reiteradamente. Se ha dicho también que el autor de Bérgamo hacía uso de formas preestablecidas para vestir temas románticos. Por todo esto se entiende que gozara de poca estima  durante la época Wagneriana y también con posterioridad. Mucho le debe Donizetti a las divas del siglo XX, cómo Callas, Gencer, Caballé, etc,  que exhumaron muchas de las heroínas donizettianas,  devolviendo estas óperas al repertorio habitual de las casas de ópera. Poliuto se recuperó en la Scala de Milán en 1940 con Beniamino Gigli y María Caniglia, y más tarde, en 1960 con Franco Corelli y María Callas, de la que existe el documento sonoro. Cabe destacar también el Poliuto vienés de 1986 con el tenor Carreras que lo plasmaría también en disco. Anteriormente en el siglo XIX el rol de Poliuto lo cantaron con gran autoridad tenores dramáticos como Tamberlik, o Tamagno.

En esta ocasión Poliuto será interpretado en el Liceu por los siguientes artistas:

Severo Gabriele Viviani
Felice Josep Fadó
Poliuto Gregory Kunde
Paolina Sondra Radvanovsky
Callistene Ruben Amoretti
Nearco Alejandro del Cerro

Coro y Orquesta del Gran Teatre del Liceu.  Maestra del Coro: Conxita García.

Director: Daniele Callegari.

La función de estreno, el día 10 de Enero 2018, será retransmitida en directo por radio, a través de Catalunya Música.

Catalunya Música

Para terminar os dejo dos muestras del inspirado duo «verdiano» de Donizetti, debidas al tenor Josep Carreras, la primera con Montserrat Caballé, y la segunda con Katia Ricciarelli. A ver qual os gusta más. Disfrutadlo.

Los grandes maestros de orquesta húngaros nacidos en Budapest.

Los grandes maestros de orquesta húngaros nacidos en Budapest

Budapest ha sido cuna de numerosísimos grandes directores de orquesta, a parte de instrumentistas y compositores. Entre los más grandes directores destacaremos ahora  los 6 que enumeramos en una lista, que tuvieron además la fortuna (o la suerte fue nuestra) de trabajar con algunas de las mejores orquestas del mundo y poder grabar las mejores obras de la música sinfónica. Además de estos factores se pudo sumar un avance crucial en los métodos de grabación con la aparición de las grabaciones estereofónicas y otros avances. He aquí la lista por orden de nacimiento.

Fritz Reiner, Budapest, 19 de diciembre de 1888

Georg Szell, Budapest, 7 de junio de 1897

Eugene Ormandy, Budapest, 18 de noviembre de 1899

Antal Dorati, Budapest, 9 de abril de 1906

Georg Solti, Budapest, 21 de octubre de 1912

Ferenc Fricsay, Budapest, 9 de agosto de 1914

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Fritz Reiner, un director de gran exigencia y carácter, nos ha dejado unas versiones discográficas de gran nivel, sobretodo de las sinfonías de Ludwig van Beethoven con la Orquesta Sinfónica de Chicago (CSO) de la que fue director titular durante 9 años. Destaca la quinta sinfonía de Beethoven grabada con dicha orquesta por su perfección en la ejecución y el aprovechamiento de toda la paleta de colores orquestales. Sencillamente genial, un hito para la historia de la música grabada.

De Ferenc Fricsay destacaré su novena sinfonía de Beethoven en re menor, op. 125 con la Orquesta Filarmónica de Berlín. Una muestra de la exigencia y la perfección del gran director húngaro. Sinfonía grabada en estado de gracia en la emblemática Jesús-Christus-Kirche de Berlín entre 1957 y 1958 para Deutsche Grammophon. El sonido es de los primeros estéreo de la casa discográfica y muy aceptable. Los solistas son de gran nivel: Irmgard Seefried, Maureen Forrester, Ernst Haefliger, y Dietrich Fischer-Dieskau. El coro “Chor der St. Hedwigs-Kathedrale” tiene también un buen nivel.

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Las dos grabaciones que acabamos de mencionar ponen de manifiesto que la mejor ingeniería de grabación de sonido que encontrábamos entre 1950 y 1960 estaba en Alemania y Estados Unidos.

Una muestra en video de Ferenc Fricsay dirigiendo un ensayo.